A diferencia
de lo que ocurría hace al menos cincuenta años cuando fumar era símbolo de
estatus, un privilegio propio de los caballeros, una ceremonia rodeada de
sofisticación y rito a la que incluso se reservaban lujosos salones, una acción
aspiracional promovida en las películas de Hollywood, hoy en día es una
práctica social rechazada en cada vez mayores círculos.
Los adictos a la nicotina argumentan que se trata de una práctica
discriminatoria de los ex fumadores arrepentidos, una conjura de las buenas
conciencias sanitarias en contra de la libertad, lo cierto es que cada vez son
más las personas que conocen los efectos del tabaco sobre la salud de quienes
fuman, como de los que se encuentran a su rededor y procuran protegerse.
El costo social para el fumador crece todos los días. Conforme se extiende la
conciencia sanitaria se cierran los círculos sociales. Los amigos y compañeros
prefieren la compañía de no fumadores, se retiran de los lugares con humo de
tabaco y extienden sus limitaciones al no fumar dentro de sus casas y
automóviles.
Las empresas son particularmente estrictas al respecto y separan entre las
solicitudes de empleo a las personas fumadoras por los costos implícitos que
significan sus ausencias por enfermedad, seguros médicos y gastos de
mantenimiento en aire acondicionado, pintura, alfombras y cortinas de los
inmuebles.
El arrendamiento de inmuebles y despacho pasa por la misma condición. Los
arrendadores prefieren inquilinos que no fumen y establecen cláusulas en los
contratos que prohíben el fumar para disminuir sus costos en mantenimiento y
seguros.
Por lo que hace a los restaurantes, bares, salas de concierto, oficinas,
salones de fiesta, edificios públicos y otros lugares de convivencia, los gobiernos
de todo el mundo han prohibido el consumo de tabaco dentro de sus instalaciones
y fomentado la adecuación de espacios especiales dentro de esos
establecimientos dirigidos a los fumadores.
Fumar es un acto voluntario que cualquier persona puede realizar en privado sin
afectar a ninguna persona. Los costos para la salud son ampliamente conocidos
mientras ahora comienza a conocerse el creciente aislamiento a que se someten
los adictos a la nicotina.
Otrora complemento para la distinción y convivencia social, el tabaco se ha
convertido en un pesado lastre para la sociabilidad, una razón para el rechazo
cuando no para la discriminación y el confinamiento de los fumadores.
Algunas compañías aumentarán a partir de 2013 las cuotas de salud a los pacientes con malos hábitos. ¿Sería viable implentar esta propuesta en Colombia?
http://www.elespectador.com/impreso/vivir/articulo-308718-obesos-y-fumadores-pagar-mas-salud
Algunas compañías aumentarán a partir de 2013 las cuotas de salud a los pacientes con malos hábitos. ¿Sería viable implentar esta propuesta en Colombia?
El 92% del humo tabaco de los cigarrillos son gases y el 8% partículas en suspensión en ellos (alquitrán). El humo de los cigarrillos contiene aproximadamente 59% de nitrógeno; 13,6% de anhídrido carbónico; 13.4% de oxígeno; 2.8% de óxido de carbono; 8% de alquitrán y 2,8% de otros compuestos tóxicos (32b). Para estudiar mejor las acciones del humo tabaco sobre la salud, se han diferenciado en el mismo, varios grupos de sustancias:
El alquitrán del tabaco, que es la parte condensada a baja temperatura, de las partículas en suspensión, producidas por la combustión de la sustancia orgánica.
UN PEQUEÑO EXPERIMENTO
Al absorberse fundamentalmente a través de los pulmones ( de un
79 a un 90 % ) y en menor medida a través de la mucosa bucal y plexos sublinguales ( 4 a 40
% ) y de la piel, es variable y dependiente de varios factores,
como son la temperatura y el pH cutáneos, el grado de humedad y de higiene personal. Se
absorbe rápidamente de la mucosa nasal, oral y respiratoria llegando al cerebro donde están los
receptores al cabo de unos 7 segundos. Es allí donde ejerce su acción sobre el SNC así como en
el sistema nervioso autónomo. Esta relación casi inmediata entre la inhalación del humo y su
efecto a nivel cerebral es uno de los factores que contribuye al alto poder adictivo de la
nicotina.
La vida media de la nicotina es de dos horas, oscilando entre 1 a 4 horas de acuerdo a la
variabilidad individual, y la mayor parte se metaboliza en el hígado transformándose en uno de
sus metabolitos inactivos -la cotinina- y solamente el 7 % de la nicotina se excreta por vía renal
sin transformarse junto con la cotinina. También pasa a la leche materna y atraviesa la barrera
placentaria.
El tabaco es el principal factor de riesgo de cáncer
El tabaco es el responsable del 33% de los cánceres en los hombres y del 10% en las mujeres
El 90% de los cánceres de pulmón están provocados por el tabaco
El 50% de los cánceres de vejiga están ligados al tabaco
Un fumador regular sobre dos muere prematuramente a consecuencia de su tabaquismo, la mitad antes de los 65 años
El 80% de la víctimas de infarto de miocardio menores de 45 años son fumadores
El tabaco representa el primer contaminante de los pulmones: 20 cigarrillos fumados se corresponde con el nivel de alerta de contaminación en la ciudad